El sistema operativo de la Tierra

El sistema más grande de la naturaleza – la Tierra misma.

 

En la sección Función y Estrategia hablamos sobre la importancia de considerar el contexto de un diseño particular. En la sección La Visión Sistémica, enfatizamos cómo el pensamiento sistémico puede ayudarte a entender un reto de diseño a un nivel más profundo. Ahora demos un paso hacia atrás y consideremos el contexto del sistema natural más grande, la Tierra misma

La Tierra tiene límites y fronteras

La vida en la Tierra ha sobrevivido y prosperado adaptándose a los límites y fronteras del contexto planetario de la Tierra, lo que podríamos llamar el “sistema operativo de la Tierra”.

Las características que definen al sistema operativo de la Tierra son:

  • La Tierra tiene agua limitada.
  • La Tierra tiene una atmósfera limitada.
  • La Tierra tiene una limitada radiación solar de la cual se deriva toda la energía.
  • La Tierra tiene gravedad.
  • La Tierra es cíclica.
  • La Tierra existe en un estado de equilibrio dinámico; mantiene un balance ecológico y químico a pesar de estar en un constante estado de cambio, así como nuestros cuerpos mantienen la homeostasis en un estado de constante flujo.

La Tierra es un sistema vivo


A pesar de que la competencia y la depredación entre especies puede existir en el nivel individual, desde una perspectiva sistémica la vida permite que otra vida florezca.


 

Los organismos que hoy viven en la Tierra se han adaptado a los límites y confines de la Tierra durante largos periodos de tiempo y, en el proceso, han operado en sincronía para crear comunidades biológicas diversas y abundantes. Mientras que la competencia y la depredación entre las especies puede existir en un nivel individual, desde una perspectiva sistémica la vida permite que otra vida florezca. Para ilustrar este punto considera la siguiente historia ecológica:

 

Los osos grizzly crean oportunidades para otras formas de vida

Los osos grizzly, una especie emblemática de Norte América, juegan un papel vital en la ecología. Las bayas son una parte importante de su dieta, y los osos grizzly desempeñan un papel fundamental como dispersores de semillas, ya que las semillas de las bayas pasan intactas a través de su sistema digestivo. Las excretas que rodean a las semillas las protegen evitando que se sequen, además de servir como fertilizante, ayudándoles a germinar y a sobrevivir cuando se transforman en plántulas Al buscar alimento, los osos grizzly escarban el suelo con lo que aumentan la diversidad de especies y la disponibilidad de nitrógeno.

Oso grizzly buscando bayas.

Osos grizzly pescando salmón.

Osos grizzly también dispersan restos de salmón en el bosque, y así los árboles pueden absorber el alto contenido de nitrógeno que contienen los cadáveres. En los sitios donde los osos han sido desterrados de sus hábitats nativos de salmón o donde el salmón ha desaparecido, esta fuente de nitrógeno ya no está disponible, para detrimento del sistema. Los osos grizzly también regulan directamente a las especies presa y ayudan a prevenir el sobrepastoreo por parte de las poblaciones de ungulados, añadiendo así diversidad de especies mediante el incremento de la salud y variedad de las plantas disponibles para otras especies.

Para las lecciones aprendidas de los patrones generales observados en cómo los organismos funcionan e interactúan–a nivel de sistemas–para crear ecosistemas resilientes, visite la siguiente sección: patrones unificadores de la naturaleza.
Créditos fotográficos

Oso grizzly buscando bayas: Roshan Panjawani CC-BY-NC-ND via Flickr

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